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Noticias > Enfoque Manmin |
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| Noticias Manmin No. 182 |
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6654 |
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2015-02-08 |
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El maná espiritual del Cielo es otorgado a este mundo desértico
Luego de tener un encuentro con el Dios vivo y haber sido llamado como Su siervo, el Dr. Jaerock Lee quiso conocer más Su corazón y voluntad; por esta razón ofreció innumerables oraciones y ayuno.
Dios aceptó su dedicación y le explicó de manera detallada asuntos del mundo espiritual descritos en la Biblia tales como: la providencia de la creación de Dios; el mensaje de la cruz; el Cielo y el Infierno; la medida de la fe; y el espíritu, el alma y el cuerpo.
El maná espiritual del Cielo restaura las almas y renueva sus vidas con el profundo amor de Dios. Este “maná” es provisto en el libro Seis días de Maná. Se ha diseñado y organizado con el propósito de llevar a cabo los servicios de células que los miembros realizan cada semana. Desde su publicación hace veinte y cinco años, este libro ha liberado a innumerables personas del desierto de este mundo y los ha guiado a “Canaán”, la tierra donde fluye leche y miel.
Recientemente se ha publicado su nueva edición revisada. La primera parte describe el amor de Dios en la creación del hombre a Su imagen y en su cultivo para obtener hijos verdaderos. La segunda y tercera partes explican acerca de Jesucristo, que es el camino hacia la salvación y el mensaje de la cruz. La parte cuatro cubre concisamente los métodos para obtener y mantener la fe verdadera y alcanzar la salvación perfecta. La parte cinco trata la medida de la fe y el lugar de morada celestial, y en la parte seis se explica acerca de las fiestas cristianas.
Maná, el pan dado por Dios a los israelitas en el desierto
Dios quería liberar a los israelitas de su esclavitud en Egipto y llevarlos hacia Canaán, la tierra donde fluía leche y miel. Sin embargo, para ingresar a la tierra de bendición, debían atravesar el desierto.
En el desierto, a pesar de que habían experimentado las obras de Dios en varias ocasiones durante el éxodo de Egipto, continuaron culpando a Dios por sufrir de sed y hambre. Moisés oró a Dios, y en respuesta a su oración, Dios cambió el agua amarga de Mara en agua dulce y además les envió maná y codornices para que pudieran satisfacer su sed y hambre.
El maná es bien ilustrado en Éxodo 16:14: “Y cuando el rocío cesó de descender, he aquí sobre la faz del desierto una cosa menuda, redonda, menuda como una escarcha sobre la tierra”. En Éxodo 16:31 leemos: “Y la casa de Israel lo llamó maná; y era como semilla de culantro, blanco, y su sabor como de hojuelas con miel”.
Para los israelitas, el “maná” era simplemente pan para mantenerse vivos durante los cuarenta años que duró el viaje en el desierto (Éxodo 16). No obstante, para nosotros que vivimos en un mundo desértico, Dios nos provee ‘maná espiritual’, la Palabra de Dios, y es también Jesucristo quien es la Palabra que se hizo carne y vino a este mundo. La Palabra de Dios, el maná espiritual, nos otorga vida eterna.
“Maná espiritual”
En Juan 6:48-51 leemos: “Yo soy el pan de vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron. Este es el pan que desciende del cielo, para que el que de él come, no muera. Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre...”.
Dios proveyó maná al pueblo de Israel a lo largo de sus vidas en el desierto; pero dejó que lo recogieran por seis días y al séptimo día Él les dio el día de reposo. Esto quiere decir que les permitió descansar en el séptimo día al igual que Dios descansó en el séptimo día luego del sexto día de la creación de todas las cosas (Génesis 2:2-3).
En la actualidad guardamos el día de reposo el domingo como el día de descanso espiritual. En el Día del Señor, nos reunimos en la iglesia, adoramos a Dios y escuchamos el mensaje. Recibimos alimento espiritual del Cielo, nos comunicamos con Dios y tenemos comunión con los demás miembros.
Durante los seis días restantes debemos leer la Palabra de Dios de manera diligente, la cual es el maná espiritual, y debemos orar fervientemente. Si siente el amor de Dios al darle el maná espiritual y vivir por la Palabra de Dios cada día, usted cosechará de modo increíble y seguro los frutos de bendición.
“Mi alma fue restaurada cuando leí Seis días de Maná”
Diaconisa mayor Insook Lee (54 años de edad, Zona 18, Corea del Sur)
Antes de llegar a Manmin, uno de mis conocidos me dio el libro Seis días de Maná. Al leerlo, fui renovada. Pude encontrar que el libro está lleno de mensajes que no había escuchado antes a pesar de haber sido cristiana durante ocho años. Me sentía llena de gozo y fui atraída hacia la historia en el libro.
Me di cuenta de que yo había sido espiritualmente ignorante porque no había conocido el amor de Dios, la providencia en la cruz, la fe verdadera y los diferentes lugares de la morada celestial. Estas son cosas que los cristianos necesitan conocer. Me sentía tan agradecida de aprender de ello. Por sobre todas las cosas, estaba asombrada al conocer que existen diferentes medidas de fe, y además, pude recibir esperanza por la Nueva Jerusalén; el mejor de los lugares en la morada celestial. Llegué a pensar: “¡Yo tengo que ir ahí!”
Mientras tanto, mi alma fue restaurada y finalmente fui guiada a esta iglesia llena de la palabra de vida y oración ferviente. ¡Aleluya!
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