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Title
   La Medida de Fe(3) - El Reino De Los Cielos Sufre Violencia    
Speaker
   Rev. Jaerock Lee
Pasaje
   Mateo 11:12, Mateo 13: 31-32
Date
   2008-05-26



La Medida de Fe 3
El Reino De Los Cielos Sufre Violencia
Escritura:
Mateo 11:12 “Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan.”

Mateo 13: 31-32 “Otra parábola les refirió, diciendo: El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo\\\; el cual a la verdad es la más pequeña de todas las semillas\\\; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de tal manera que viene las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas.”


Amados Hermanos en Cristo:
Esta es la 3ra prédica sobre la Medida de la Fe.
La razón por la cual creemos y llevamos una vida cristiana es para recibir la salvación y entrar al reino de los cielos. Y el motivo por el que aprendemos acerca de la Medida de Fe es para obtener una mayor fe e ir a una mejor morada celestial.
Sin embargo, en el pasaje de hoy en Mateo 11:12 se lee, “Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan.” El cielo es el reino de Dios que pertenece a la luz. Ni el diablo ni Satanás se atreven a acercarse allí.
Entonces, ¿Quién es el que tiene el valor de usar violencia y de tomarlo a la fuerza? Siempre tuve mucha curiosidad por el significado de este versículo. ¿Por qué debemos arrebatar o tomar el cielo con violencia? Pero luego de fundar esta Iglesia, cuando estaba orando y recibiendo revelaciones de Dios, escribí los temas sobre los que deseaba saber, y oré por ellos. Entonces, recibí respuesta a estos puntos y pude llegar a entender todo.
Este versículo no se refiere que hay alguien que se opone a Dios o que hay una guerra en el reino de los cielos. Nos explica acerca del proceso que pasan los hijos de Dios para entrar al cielo con fe y para alcanzar la completa medida de fe.
A causa del pecado toda la humanidad estaba destinada a ir al infierno\\\; sin embargo, todo el que cree en Jesucristo es salvo y va al reino de los cielos. No obstante, el diablo y Satanás tratan de impedir que las personas oigan y crean en el evangelio. Siempre los tientan a pecar, incluso a los que ya han aceptado al Señor. Nosotros, los creyentes, debemos luchar contra el diablo y Satanás y tomar el reino de los cielos con violencia.
Hoy les voy hablar de cómo pueden arrebatar el reino de los cielos con violencia y qué lugar en el cielo es el que deben tomar a la fuerza. Oro en el nombre del Señor para que, a través de este mensaje, lleguen a tomar el reino de los cielos violentamente y, en especial, que se apropien del mejor lugar para morar en el cielo.

Amados Hermanos en Cristo:
Cuando lucha contra espíritus malignos, los vence y avanza con fe hacia el reino de los cielos, entonces logrará conseguir una mejor morada celestial. Como se lee en la escritura, “Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia.” Juan el Bautista fue la persona que preparó el camino a Jesús. Dio testimonio de quién era Jesús a fin que pudiera llevar a cabo Su misión.
Así que, “Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora” simboliza los días de Jesucristo y el período del Nuevo Testamento cuando recibimos la salvación por fe. Entonces, ¿Cómo podemos tomar el reino de Dios con violencia en estos tiempos del Nuevo Testamento?
Antes de explicarles esto, revisemos rápidamente las condiciones de la salvación en el Antiguo y en el Nuevo Testamento.
Antes de Juan el Bautista, es decir, durante el período del Antiguo Testamento, era el tiempo o la dispensación de la Ley. Se era salvo a través de las obras de la Ley. Debían cumplir toda la Ley y si pecaban al violar la Ley, debían presentar ofrendas por el pecado para ser perdonados de sus trasgresiones.
Por el contrario, el Nuevo Testamento es el tiempo de la gracia y del Espíritu Santo. De la gracia, porque somos salvos creyendo en Jesucristo y no por presentar ofrendas por el pecado. Somos perdonados de nuestros pecados por la sangre de Jesús y por el poder del Espíritu Santo.
Pero cuando decimos que el Antiguo Testamento era el tiempo de la Ley y que hoy en día vivimos en el tiempo del Espíritu Santo, muchos lo malinterpretan. Piensan que durante la época del Antiguo Testamento las personas eran salvas cumpliendo la Ley con obras, pero que ahora en los días del Nuevo Testamento está permitido pecar.
Opinan que serán perdonados de sus pecados y serán salvos tan sólo confesando con sus labios, “Yo creo.” Sin embargo, no están en lo cierto.
La salvación por obras en el AT significa que, aun cuando tenían maldad en su corazón, en tanto no la manifestaran en acciones no eran condenados. No obstante, en el NT, aun si no pecamos de obra o de hecho, si tenemos maldad en nuestro corazón y pensamientos, eso ya se considera como pecado.
Si odiamos a un hermano, somos iguales a un asesino. Si tenemos codicia, somos como ladrones. Ahora, si pecamos de hecho u obra, eso es aun un mayor pecado.
Si al mirar una mujer en su mente vienen pensamientos lujuriosos, ya adulteró con ella. Más aún, si peca de hecho, eso es un mayor pecado todavía.
Gálatas 5:19-21 dice, “Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,
envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas\\\; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, (Es decir, muchos profetas en el AT advirtieron que no seríamos salvos si cometemos estos pecados. Prosigue el versículo) que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.”
Si no va al cielo es que va a ir al infierno. Los que practican las obras de la carne\\\; esto es, los que pecan de hecho y de obra, no heredarán el reino de los cielos.
Además de este pasaje en Gálatas, hay muchas partes en la Biblia que nos previenen que los pecadores no tienen ni pueden tener ninguna relación con Dios. La voluntad de Dios para con nosotros quienes estamos vivos hoy en día, es que desechemos y nos despojemos no sólo de los pecados de obra o de acción, sino también de toda maldad en nuestro corazón.
Entonces, ¿Se podría pensar que es más difícil ser salvo para los que viven en los tiempos del NT que para los que vivieron durante el AT? No. No es así.
En los días del AT, se tenía que cumplir con la Ley en sus propias fuerzas y de acuerdo a su propia capacidad y esfuerzo, pero en los tiempos del NT, podemos desechar todo pecado no en nuestras propias fuerzas sino por el poder del Espíritu Santo.
En Romanos 10:10 se cita “Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.” Los que en verdad creen con su corazón, con toda seguridad pondrán en práctica la Ley en sus vidas. Si creemos que Dios es nuestro Padre y que Jesús llevó la cruz por nuestros pecados, nosotros en forma natural echaremos fuera todo pecado.
Mi hermano mayor siempre viene a este culto. A él le gustaba mucho beber. Realmente le gustaba. Pero creo que a mi me gustaba más que a él. En verdad nunca competimos, pero creo que yo bebía más.
Pero poco después que Dios me sanó de mis enfermedades y que acepté a Jesús, en un culto de avivamiento, llegue a saber que beber es un pecado y deje de tomar y de fumar en el mismo culto. Lo deje completamente. Después, por ejemplo, mis hermanos mayores me invitaban a una fiesta de cumpleaños. Y me ofrecían algo de licor. Pero nunca aceptaba. Tampoco se los aventaba por la cabeza. Así que, al principio, no les gustó. Estaban contrariados porque tampoco les invitaba nada de licor para tomar.
Anteriormente nos gustaba mucho beber entre nosotros, pero cuando dejé completamente de beber, a ellos no les gustó. Eso fue hace cerca de 30 años. Si. Si creen en Dios, definitivamente dejarán de beber licor. Renunciarán a hacer todo aquello que le desagrada a Dios.
No sólo deben oír y guardar la Ley como mero conocimiento o teoría. Deben verdaderamente creer en el amor que contiene la cruz y poner en práctica la Ley para llegar a ser un hombre justo que agrada a Dios. Los que acostumbraban hacer lo malo, ahora harán lo bueno\\\; y los que engañaban y robaban, ahora serán honestos.
Antes de conocer a Dios, estuve enfermo en cama por muchos años. Así que mi esposa, la actual presidenta del Centro de Oración de la Iglesia Manmin, pedía prestado dinero a sus hermanos y hermanas, ya que tenía 8 hermanos. Lo hacía porque estaba enfermo. Sin embargo, luego que aceptamos a Dios, nunca más pedimos prestado dinero a nadie. Debíamos mucho dinero, pero aún así no pedimos de nuevo dinero prestado. Si creemos en Dios y le creemos a Dios, entonces debemos cambiar de esta manera.
Los que se enojan, se volverán mansos y dóciles. No es tanto el contenerse o abstenerse de pecar por ciertas normas de etiqueta o educación, sino es despojarse de la misma naturaleza pecaminosa que hay en su corazón, y llegar a ser justos.
El ser humano no puede cambiar en sus propias fuerzas. Esto es posible, únicamente por la preciosa sangre de Jesucristo y por el poder del Espíritu Santo quien siempre nos ayuda.
Por ejemplo, a la gente del mundo le es muy difícil dejar de fumar. Se lo proponen una y otra vez, y sin embargo vuelven a fumar. Sin embargo, cuando oyen los testimonios de hermanos de nuestra Iglesia, aun los que eran adictos al alcohol o al cigarro llegan a odiar el licor y el cigarrillo cuando el Espíritu Santo obra en ellos luego de haber aceptado a Jesucristo. Dicen que han podido dejar esos vicios muy fácilmente.
Como estaba muy enfermo antes de creer en Dios y porque me decían que era muy malo para mi salud, procuré dejar de fumar. Rompía los cigarros y los tiraba a la basura. Me propuse dejar de fumar. Le decía a mi esposa que no volvería a fumar. Tiraba todos los cigarrillos a la basura.
Sin embargo, era muy difícil para mí abstenerme de fumar por un día. Y era mucho más difícil hacerlo por 2 días. Finalmente, al tercer día, iba a buscar en la lata de basura. Como no ganaba lo suficiente como para comprar una cajetilla nueva de cigarrillos, buscaba en la basura los que había botado para fumar sólo una vez más.
Armaba los pedazos rotos de los cigarros en papel periódico o en papel higiénico y los fumaba. Y no paraba ahí. Una vez que volvía a fumar, continuaba haciéndolo. Sólo duraba 3 días sin fumar.
Pero luego que acepté a Dios llegue a saber que eso era pecado o, más bien que un pecado, era algo que desagradaba a Dios. Así que, inmediatamente me propuse dejar de fumar. Y luego, ni siquiera tenía deseos de mirarlos.
En el momento que aceptamos con fe al Señor y procuramos echar fuera todos nuestros pecados, lo poder del Espíritu Santo vendrá sobre nosotros para que podamos desechar no sólo los pecados de hecho o de obra, sino también la naturaleza pecaminosa en nuestro corazón.
Por eso, nuestro corazón se hará más limpió y puro como el Señor. Y como podemos recibir la ayuda de Dios, no es difícil en estos tiempos del Nuevo Testamento, ser salvos por fe ni echar fuera los pecados.
En la época del AT, antes de Jesucristo, no recibían el Espíritu Santo, por eso, como no tenían la ayuda de Dios, no podían eliminar el pecado de su corazón, y en consecuencia, no podían arrebatar ni tomar el reino de los cielos con violencia.
Por cierto, personas como Abraham y Moisés pudieron avanzar hacia una mejor morada celestial debido a su fe en el Señor que estaba por venir. Sin embargo, es muy raro encontrar este tipo de personas con un corazón interior tan bueno y bondadoso.
Por lo tanto, somos más bendecidos de vivir en estos días del NT porque podemos echar fuera el pecado de nuestro corazón con la ayuda del Espíritu Santo y podemos avanzar hacia una mejor morada celestial de acuerdo a nuestra medida de fe.
Amigos Televidentes:
Hace cerca de 2000 años atrás, cuando Jesús vino por primera vez, empezó la Dispensación o la Era de la Gracia, en la cual las personas reciben la salvación por fe. Al decir, “Tomar o arrebatar el reino de los cielos con violencia” no sólo significa que vamos al cielo y escapamos al castigo del infierno.
El reino de los cielos esta dividido en diversos niveles y hay lugares que son relativamente mejores que otros. Esto quiere decir que estamos anhelando llegar y deseando apropiarnos de la mejor morada y lugar en forma insistente e impetuosa.
Por cierto, aun el lugar más modesto en el cielo será tan bello, hermoso y alegre que simplemente no lo puede imaginar. Allí no habrá pecado, ni dolor, ni lamento, ni muerte. Nunca cambia ni se acaba, y esta lleno sólo de amor, paz y gozo.
Algunos de sus padres llegaron a ver y a estar en el reino de los cielos justo antes de morir. Luego que regresaron, les dijeron a sus hijos y a otros familiares que debían vivir una buena vida cristiana. En muchos casos vieron el Paraíso o el Primer Reino del Cielo.
Vieron interminables extensiones de césped muy verde y muchos campos llenos de flores que despedían un aroma y una fragancia sumamente agradables. También vieron a personas que hablaban muy amigablemente entre sí. Les contaron estas cosas a sus familiares. Y les urgían e instaban a llevar una buena vida cristiana en fe antes de morir.
Incluso el más hermoso paisaje en esta tierra no puede compararse al panorama del reino celestial. Incluso los más espléndidos palacios en este mundo no podrían ni siquiera empezar a compararse con las moradas en el cielo.
Los que han estado en la Montaña Keumkang o en los Alpes Suizos, ¿Acaso no les ha gustado? Sin embargo, eso no puede comparase con el Paraíso, que es lugar más modesto para vivir en el reino de los cielos. Aun el más bello lugar en este mundo no podría ni siquiera compararse con el Paraíso.
Lo que siempre deben recordar en primer lugar es que el reino de los cielos no es el cielo que es visible a nuestros ojos. Muchas personas malinterpretan esto. Piensan que el reino celestial está en un lugar muy, pero muy, lejano\\\; tal vez, más allá del universo.
¿Acaso si un hombre viaja en una nave espacial y continua ascendiendo, en un cierto punto verá el reino de los cielos? Claro que NO. Nunca lo podrá ver así.
El reino de los cielos no puede ser visto porque pertenece a la dimensión espiritual. Los cielos corresponden a una dimensión diferente a la del cielo físico. El cielo espiritual está dividido en varios cielos. Este cielo que podemos ver es el cielo físico\\\; y partir del 2do cielo- el cual está en un nivel más alto- comienza el cielo espiritual. Además, en el reino espiritual los cielos están divididos en diversos cielos.
Nehemias 9:6 cita, “Tú solo eres Jehová\\\; tú hiciste los cielos, y los cielos de los cielos, con todo su ejercito, la tierra y todo lo que está en ella, los mares y todo lo que hay en ellos\\\; y tú vivificas todas estas cosas, y los ejércitos de los cielos te adoran.”
Dice, “tú hiciste los cielos, los cielos de los cielos” en forma plural. Hay un cielo, que es el cielo que vemos, y hay un “cielos de los cielos”, lo que quiere decir que hay más de un cielo. Estos cielos pertenecen a los cielos espirituales. Así que, en este versículo, puede apreciar que aquí al menos hay 3 clases de cielos.
Asimismo, en 1 Reyes 8:27 cita, “Pero, ¿Es verdad que Dios morará sobre la tierra? He aquí que los cielos, los cielos de los cielos, no te pueden contener\\\; ¿Cuánto menos esta casa que yo he edificado?”
Muchos pasajes en la Biblia mencionan que no sólo existe un único cielo, como en “Los cielos de los cielos”. Pero también podemos encontrar estas referencias en el NT. Especialmente, 2 Corintios 12:2 nos dice que el espíritu del apóstol Pablo fue llevado al “Tercer cielo”. Si hay un tercer cielo, debe haber un primer y un segundo cielo, y también podría haber un cielo o incluso varios cielos por encima del tercer cielo.
Si Pablo fue al tercer cielo, entonces, con toda seguridad, debe haber un primer y un segundo cielo. Ya les he explicado acerca de estos cielos en las prédicas sobre el libro de Génesis.
Entre estos numerosos cielos en el reino espiritual, el tercer cielo que el apóstol Pablo menciona es el cielo donde esta el reino de los cielos. 2 de Corintios 12:4 dice, “Que fue arrebatado (Se refiere al apóstol Pablo) al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar.”
Como podría causar problemas, Pablo no dijo nada sobre esto. Sin embargo, porque ahora son los tiempos finales, Dios me ha explicado todas estas cosas y ha permitido que publique un libro al respecto. Es para salvar a la mayor cantidad posible de almas antes del fin. El lugar que el apóstol Pablo vio en el tercer cielo fue el Paraíso. Entonces, ¿Qué clase de lugar es el Paraíso?
En Lucas 23:43, Jesús le dice a uno de los criminales, “De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.” Por eso, no deben leer la Biblia sólo con una interpretación literal. Deben saber el significado espiritual. ¿De que manera podrían malinterpretarla si leen este pasaje4 literalmente?
Pensarían que este criminal y nuestro Señor fueron al Paraíso el mismo día. ¿Pero, acaso la Biblia nos dice que nuestro Señor fue al Paraíso? No. Él fue a predicar a los espíritus encarcelados en el alto sepulcro y resucitó al tercer día. Este criminal fue crucificado junto a Jesús, en el mismo lugar y al mismo tiempo.
Justo antes de morir en la cruz, aceptó al Señor en sus últimos instantes de vida. Así que, era un ladrón, pero tenía un buen corazón, por eso puedo aceptar al Señor. Apenas tuvo la fe para recibir la salvación pero ya que murió inmediatamente, no pudo vivir de acuerdo a la Palabra de Dios. Además, tampoco trabajo para el reino de Dios y por eso no tuvo ninguna recompensa.
Así que, el paraíso es el lugar para aquellos que aceptan al Señor y tienen justo la fe necesaria para recibir la salvación, como este criminal. Como explicaré más detalladamente, es la parte para los que están en el 1er nivel de fe. Es el nivel más modesto del reino de los cielos.
Por eso, no estoy diciendo que hay muchos reinos celestiales, sino que en el reino celestial, está el Paraíso, el 1er. Reino del cielo, el 2do. Reino y así sucesivamente. Jesús dijo, “…estarás conmigo en el paraíso”. Pero ello no significa que la morada de Jesús esté en el Paraíso.
Jesús es el Señor no sólo del Paraíso sino también de todo el reino de los cielos. Así que, la frase dicha quiere decir que el criminal iba a ir al Paraíso donde estaría en el reino de los cielos con el Señor.
Asimismo, en al capítulo 21 de Apocalipsis, encontramos una cita de la ciudad de la Nueva Jerusalén que el apóstol Juan vio. Es una gloriosa y santa ciudad con 12 cimientos de 12 joyas. Este es el lugar más glorioso para morar en el cielo.
Alberga el trono de Dios y allí entran aquellos que tienen una gran fe al guardar y cumplir completamente con toda la Palabra de Dios y cultivarla en su corazón. Entre la Nueva Jerusalén y el Paraíso, hay muchos otros niveles o lugares para vivir.
Por ejemplo, aun en un país como los estado Unidos, hay muchas grandes ciudades, incluyendo la capital donde despacha y reside el presidente. Igualmente, hay otras ciudades medianas y pequeñas, villas y pueblos en las montañas y en las islas que se encuentran lejos de las áreas urbanas.
También, el reino de los cielos está dividido de forma parecida, pero todo confluye hacia la Nueva Jerusalén donde está el trono de Dios. Cuando Dios me lo explicó, me dijo que el cielo estaba dividido en 5 zonas o niveles. Por cierto, podemos dividirlo en más de 5 áreas o hacerlo más simple, pero Dios me lo explicó en 5 niveles para que pudiéramos entenderlo más fácilmente.
Ustedes ya saben que hay 5 niveles. ¿Saben también que hay otro nivel, o no? Si. Si hay. Se los dije anteriormente. Lo pueden leer en el libro “Infierno” o en el libro “Cielo”. Supongamos que un niño muere en el vientre de su madre antes de nacer. Cuando el feto con la forma propia de una ser humano y que tiene más de 5 meses, muere en la matriz de la madre, ya tiene espíritu. Digamos que sus padres son buenos creyentes en Dios. Entonces, sus hijos también son santos. Entonces, ¿Dónde irían? Como no han sido cultivados en este mundo, no pueden ir al reino de los cielos. Ni siquiera pueden ir al Paraíso. Sin embargo, tampoco pueden ir al infierno, porque son hijos santos de creyentes. Y además, ¿Cometieron algún pecado? Por eso hay un lugar separado para este tipo de niños. Hay un lugar para ellos. Como no han sido cultivados en este mundo, ese lugar es parecido al Jardín del Edén. Además, como no cometieron ningún pecado, no tienen que ir al infierno. Este lugar esta ubicado un poco más abajo de los 5 niveles del reino celestial.
El lugar más modesto y humilde para vivir es el Paraíso y el más alto y digno es la Nueva Jerusalén. Entre estas 2, está en 1er\\\; 2do y 3er reino del cielo. Su medida de fe decidirá a cual lugar en el cielo irá.
Usted logra los requisitos para entrar a una mejor morada en la medida que venza los intentos del diablo y de Satanás para tentarlo a pecar, en la medida en que luche y eche fuera el pecado de su corazón hasta el punto de derramar sangre, y en el grado en que cambie su corazón a un corazón lleno de la verdad.
Por eso Dios le dice que sea fiel en toda Su casa. ¿Qué debe hacer para ir a una mejor morada en el cielo? Debe luchar y echar fuera todo pecado. El proceso de echar fuera el pecado es luchar contra el diablo. Como el diablo está tratando de hacerlo pecar, usted tiene que lograr la victoria en esta guerra para no pecar.
Así que, deben continuar peleando de esta manera. Por eso la Biblia nos dice que debemos resistir al pecado hasta el punto de derramar sangre. Este es el proceso para arrebatar o tomar con violencia una mejor morada celestial. Primero, usted reúne las condiciones para entrar sólo al Paraíso, pero mientras continúe resistiendo y combatiendo contra el pecado, estará apto para ir al 1er reino, al 2do reino\\\; y luego, al 3er reino\\\; y finalmente, a la Nueva Jerusalén. Aquellos que lo arrebatan o lo toman con violencia lo conseguirán.
¿Ahora me entienden?\\\; ¿Entienden lo bendecidos que son por ser miembros de la Iglesia Cristiana Manmin? Pueden aprender todas estas cosas detalladamente. ¿Ven ahora lo fácil que es vivir una vida cristiana? Es mucho mejor comprender todo en su vida cristiana que no entender algunas cosas correctamente.
En la medida en que su fe crezca así, estará capacitado para ir a una mejor morada en el cielo\\\; y esto es lo que quiere decir “El reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan.”
En el pasaje de hoy en Mateo 13:31-32, Jesús nos refiere una parábola sobre cómo los violentos arrebatan o toman el reino de los cielos. Y cita la escritura, “El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo\\\; el cual a la verdad es la más pequeña de todas las semillas\\\; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, de tal manera que viene las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas.”
La semilla de mostaza es una de las más pequeñas entre todas las semillas. Es del tamaño de la punta de un lapicero. Sin embargo, cuando crece, se hace tan grande que aún las aves hacen sus nidos ahí. Nuestra fe, también, aun cuando sea pequeña al inicio, crecerá en la medida en que viva una vida de fe.
La fe de aquellos que son salvos al principio es del tamaño de una semilla de mostaza. Pero si plantan la semilla en el campo de su corazón y la cuidan para que crezca, su fe crecerá hasta alcanzar el tamaño de un gran árbol fuerte y frondoso que no tendrá problemas cuando vengan las tormentas.
Al igual que las aves hacen sus nidos y reposan en los grandes árboles, los que tienen una fe grande podrán recibir y aceptar a muchas almas. Podrán plantar palabra de vida en los que tiene una fe débil y darles consuelo y tranquilidad espiritual.
Si pueden aceptar muchas almas en su corazón, quiere decir que tienen un corazón amplio y generoso\\\; y en el reino de los cielos tendrán una morada más grande y hermosa. Su corazón está lleno de amor y virtud y es generoso y amplio, por eso pueden recibir a toda clase de personas.
Tienen un corazón amplio y una gran capacidad para acoger a los que tienen amargura, a los ricos, a los que tienen fama y educación, a los que tienen poca o casi nada de educación, o aun a los que han pecado. Entonces, obtendrán un gran terreno o morada en el reino de los cielos. Aquí “tierra” significa terreno o morada en el reino de los cielos. Por eso, Mateo 5:5 dice, “Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad”
Dice que vamos a heredar la tierra para darnos a entender la morada que heredaremos en el cielo. Esto quiere decir que se nos dará un lugar grande en el reino de los cielos.
Amigos Televidentes:
Desde que recibí al Señor, siempre anhele el reino celestial y me imagine muchas cosas acerca de él. Sin embargo, cuando Dios en respuesta a mis muchas oraciones, me reveló el reino de los cielos, me di cuenta que todo lo que me había imaginado era completamente insignificante. Aun cuando podamos imaginar las cosas más bellas, espléndidas y hermosas en esta tierra, no son ni siquiera comparables al reino celestial.
Algunas veces, las personas usan la expresión “Es el paraíso en la tierra” refiriéndose a cosas muy bellas. Sin embargo, el lugar más modesto en el cielo\\\; es decir, el Paraíso, es mucho, pero mucho más hermoso que el más bello y hermoso lugar en este mundo.
Es simplemente incomparable. Por eso, cuando voy a otros países, no me gustan mucho las visitas turísticas. ¿Por qué? Como sé y conozco claramente sobre el reino de los cielos, cualquier cosa en esta tierra carece de interés y es intrascendente, aun cuando digan que son lugares espléndidos. Así que, no los encuentro interesantes.
Por eso no me gustan las visitas turísticas incluso cuando viajo a otros países. Me siento más feliz y dichoso sentado en mi dormitorio pensando acerca del reino de los cielos y en Dios Padre. Aun el mejor y más novedoso entretenimiento o diversión en este mundo no puede compararse con el reino de los cielos, por eso nada es esta tierra es tan bueno como el cielo.
Dios lo ha hecho muco más hermoso que este mundo físico en donde permanecemos tan sólo por un corto tiempo. Entonces, ¿Imagínense lo hermoso que debe haber hecho Dios el cielo, donde nosotros, Sus hijos, vamos a vivir con Él para siempre?
En el cielo, aun las calles están hechas de oro puro y hay arena de oro y de plata alrededor del río del agua de vida que sale del trono de Dios. En el agua, que brilla y resplandece como joyas preciosas, nadan peces de múltiple colores. La belleza y el aroma aun de una flor o de una simple hoja, no puede compararse con nada en esta tierra.
Los colores son tan bellos y los tamaños son también tan diferentes a los de este mundo. Además, podemos hablar con estas aves, peces, animales y árboles en el reino de los cielos. ¿Se imaginan lo maravilloso que debe ser poder hablar con ellos?
Si sale de paseo en un bote o en un crucero en el mar, estos peces multicolores lo seguirán llamándole, “Amo, amo”, cantando alabanzas y haciendo gracias y trucos. Podrá ver todo esto por debajo del bote o del barco, si viaja en un crucero de cristal. ¡Qué feliz será!
Los que vayan al 3er reino del cielo o a la Nueva Jerusalén tendrán toda clase de animales como venados u otro animal, y lo seguirán llamándole “Amo, amo”. ¡Fantástico! Poder hablar con ellos será algo extraordinario y maravilloso. Podrá incluso hablar con las flores y los árboles.
Una vez vi en las noticias que había un matrimonio que dormía con su perrito en la cama. Bien. Los cachorros reconocen a sus amos. Pero hay algunos perros que no reconocen ni a sus propios dueños. Mis perros no reconocen a su dueño. ¿Por qué? Muchos hermanos vienen a visitarme a mi casa de oración Galilea y aman a los perros. Por eso, a mis perros les cae bien cualquier persona. No pueden distinguir entre su dueño y un ladrón. Como reciben el amor de muchas personas, les agrada cualquier persona.
Pero, al ver a esta pareja durmiendo con un perrito que no puede controlar su vejiga ni puede lavarse él mismo, pensé en lo hermoso que será cuando más tarde lleguemos al cielo. El reino de los cielos es tan puro y hermoso que no hay ni siquiera un poco de polvo. No hay polución y nada se deteriora, se descompone ni cambia. ¡Qué hermoso!
No hay polución, ni envejecimiento, nada perece ni muere. Los ángeles le sirven como a sus amos y están pendientes de usted. Algunas veces tocan bellas melodías de música para usted.
Algunos hombres se dejan crecer la barba o los bigotes, sin embargo tienen que afeitarse todos los días. Los que tienen mucha barba, tienen que afeitarse 2 veces al día. Algunas veces yo me corto la oreja cuando me afeito. Pero en el cielo, ¿Nos saldrá barba, o no?
No tendrán que afeitarse y estarán bien. Pregúntense. En el cielo ¿Tendrán que lavarse? O ¿Necesitarán ir al baño? No. No necesitarán ir al baño, y no engordarán sin importar lo mucho que coman. No les saldrá barriga. Al comer sólo se sentirán satisfechos y felices.
También, los ángeles leerán su mente cuando deseen comer algo y le servirán diferentes clases de frutas en una cesta de oro. No tendrán que cultivar la tierra con el sudor de su frente. Tan solo se sentarán en bancas de oro o en la arena de oro y plata y conversarán con sus seres queridos. Hay 12 clases de frutas diferentes y los ángeles se las servirán. Ni siquiera tendrán que pelarlas.
No requerirán de cuchillos para pelarlas. Se limpian ellas mismas y tan solo debe comerlas. No se sentirá lleno al comer. No tendrá que digerir la comida. Lo que coma será absorbido por su cuerpo y lo eliminará en forma de aliento. Ni siquiera necesitará ir al baño. ¿Qué feliz será su vida allí?
Vivirá eternamente en una felicidad inexpresable con el Dios Trino y con sus seres queridos
Los hijos de Dios, en especial los que vayan a la Nueva Jerusalén, gozarán de una gloria y honor que ni aún los más grandes emperadores de este mundo han disfrutado. El apóstol Pablo logró tener esa gran esperanza tan sólo viendo el Paraíso y pudo vivir su vida con gozo a pesar que enfrentó y padeció grandes sufrimientos por el Señor.
Si llegan realmente a conocer del reino de los cielos, se darán cuenta que las cosas en este mundo son insignificantes. Echarán fuera todo deseo mundano y toda lujuria absurda, y se transformarán conforme a la Palabra de Dios y procuraran arrebatar el reino de los cielos con violencia.
Todas estas cosas y muchas otras que Dios me he revelado sobre el reino de los cielos han sido publicadas en los Libros “Cielo”. “Cielo I” y “Cielo II” y traducidos al inglés, español, francés, chino y muchos otros idiomas. Numerosas personas envían sus cartas de agradecimiento luego de haber leído estos libros, diciendo que ahora tienen una mayor esperanza por el cielo.
Animo a aquellos entre ustedes que anhelan el reino de los cielos a leer estos libros. Los que viven una vida cristiana sin entusiasmo obtendrán esa pasión después de leer el libro Infierno. Trabajarán en la obra de Dios fielmente. La tibieza en su vida de fe se transformará en una vida apasionada de fe. Es mi anhelo que puedan lograr obtener una mayor esperanza por el reino de los cielos.

Amados Hermanos en Cristo:
¿A que lugar en el reino de los cielos iría usted si ahora mismo fuera al cielo?
Después que les explique detalladamente los Niveles de Fe, empezando por el 1er nivel de fe para ir al Paraíso, y siguiendo hasta llegar al 5to nivel para entrar a la Nueva Jerusalén, podrán chequear su propio nivel de fe.
Sin embargo, aun cuando su fe sea pequeña ahora, no debe desanimarse. Las moradas celestiales se decidirán al final del cultivo del ser humano. Si Dios lo llama a su presencia hoy, su morada en el cielo se determinará de acuerdo a su fe y a sus obras en este momento. Si vive hasta cuando regrese el Señor y lo llega a recibir, esa morada se decidirá conforme a su fe y a sus obras en ese momento.
Incluso los que tienen poca fe pueden aun entrar a la Nueva Jerusalén si continúan avanzando diligente y esforzadamente desde ahora hacia al reino de los cielos. Pueden empezar ahora mismo.
Una cosa que deben saber es que los que están en el 1er y en el 2do nivel de fe no pueden aún tomar alimento sólido. Son todavía niños. Son niños en la fe que toman leche.
Así que, cuando los que están en el nivel 1 y 2 de fe cometen las obras de la carne, si se arrepienten y le dan la espalda al pecado, sus transgresiones podrán ser perdonadas y podrán avanzar al 3er o 4to nivel de fe. Sin embargo, si los que están en el 3er nivel, los que ya han probado alimento sólido voluntariamente cometen las obras de la carne que llevan a la muerte, es muy difícil que puedan entrar a la Nueva Jerusalén.
¿Por qué? Han enojado en gran manera a Dios. Además, han pecado sabiendo que eso era pecado. Han crucificado nuevamente al Señor. Por eso, no es fácil que entren a la Nueva Jerusalén. Sin embargo, no estoy diciendo que es imposible.
Si aquellos en el 3er nivel de fe hacen las obras de la carne, tienen que arrepentirse total y absolutamente\\\; amar y poner a Dios en primer lugar, y ser fieles en toda la casa de Dios para que así Dios Mismo se admire y se impresione por sus obras. Si Dios puede estar seguro que en verdad ha cambiado completamente y si tiene la fe que agrada a Dios, podrán entrar en la Nueva Jerusalén. Pero no será fácil, porque habrá constantes obstrucciones e interferencias de parte del diablo y de Satanás.
Por otra parte, si realmente han conseguido la fe necesaria para ir al 1er o 2do reino de los cielos, pueden retroceder en su fe e ir al Paraíso. En el peor de los casos, pueden volverse tan dejados y sin interés en continuar circuncidando su corazón, que perderían su fe y tal vez ni siquiera puedan recibir la salvación.
Por eso, Filipenses 2:12 en la segunda parte nos dice, “…ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor”\\\; y 1 Corintios 10:12 cita, “Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.”
El reino espiritual es infinito, por eso permanentemente debemos anhelarlo y avanzar hacia él. Debemos entrar al reino espiritual más y más profundamente. Debemos crecer en nuestra fe.
“Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.” Si piensa que ha logrado algo, su fe se entibiará. El libro de Apocalipsis nos dice que los que son tibios no serán salvos. Dios nos dice que es mejor que seamos fríos o calientes. Él vomitará a aquellos que son tibios.
Al igual que los niños y que el conocimiento y que todo en la vida va creciendo y desarrollándose, nuestra fe tiene que crecer. Si dice que ya es suficiente, se detendrá. No podrá crecer más. Y eso NUNCA debe suceder.
Espero que todos ustedes anhelen fervientemente el reino de los cielos y lleguen a conseguir una gran fe rápidamente.
Oro en el nombre del Señor que puedan aprovechar el tiempo y que diligentemente avancen hacia el reino de los cielos y tomen a la fuerza la mejor morada.

Amen

 
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