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 Mensajes > Domingo por la mañana |
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Title |
La voluntad del Padre - Servicio dominical matutino, Fiesta de la cosecha 2016 |
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Speaker |
Rev. Jaerock Lee |
Pasaje |
Juan 14:12 |
Date |
2016-07-03 |
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Escritura
Juan 14:12
«De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre».
Amados hermanos en Cristo,
Este domingo celebramos la Fiesta de la cosecha. Durante esta festividad, los israelitas, el pueblo elegido de Dios, festejaba la ofrenda de las primicias con el trigo o la cebada cosechada.
Vamos a dar todas las gracias y gloria a nuestro Padre Dios quien nos ha protegido y nos ha bendecido de modo inmutable durante la primera mitad de este año.
En este servicio meditaremos en la primera mitad de este año y los tipos de bendiciones especiales que Dios nos ha dado, tanto a esta iglesia como a sus miembros.
Esta iglesia ha venido siguiendo el ejemplo de la iglesia en Filadelfia, registrado en Apocalipsis 3.
Entre las siete iglesias, esta solo recibió elogios de parte del Señor.
Esto ocurrió durante mi oración en la montaña Gwangjoo en 1983, un año después de la apertura de esta iglesia.
Dios declaró: «Dios mismo fundó esta iglesia, Él la está supervisando y Él mismo obra por ella hasta que el Señor regrese».
Y dijo también que la palabra para esta iglesia fundada en aquella providencia se registró en el libro de Apocalipsis. Esta era la palabra que se le había dado a la iglesia de Filadelfia.
Dios ha confirmado Su palabra para esta iglesia con pruebas evidentes, es decir, con la explosión de poder y los frutos del espíritu y espíritu completo.
En consecuencia, esta iglesia bendecida ha estado proclamando la voluntad del Padre a todas las naciones.
Hoy voy a hablar sobre la voluntad del Padre que Él quiere proclamar a través de esta iglesia en el final de los tiempos.
En esta Fiesta de la cosecha yo ruego en el nombre del Señor que puedan sentir en el corazón cuán bendecido es llevar una vida cristiana en esta iglesia y ofrecer el aroma de gratitud.
Amados hermanos:
La primera voluntad del Padre en el fin de los tiempos es que la humanidad comprenda el verdadero significado del cultivo de la humanidad.
En Génesis 3:23 leemos: «Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado».
Dios anhela que la tierra del corazón de las personas, que está llena de espinos y cardos por causa del pecado, sea limpia y cultivada hasta ser buena tierra y que produzca frutos abundantes luego de sembrar en ella la buena semilla de la verdad.
También significa que Dios quiere que alcancemos la fe y el corazón perfecto.
Se trata de un corazón muy veraz en el que no se permite la mínima falsedad ni duda en absoluto, y que está lleno por completo con el espíritu, cien por ciento. Asimismo, se trata de una fe perfecta con la que se puede confiar en Dios totalmente sin la menor duda.
Esta es la verdadera voluntad del cultivo de la humanidad. Es Su deseo obtener hijos con un corazón sincero y una fe perfecta, con quienes poder compartir Su amor.
Con este propósito, Dios ha lavado a los creyentes con el evangelio de la santidad por los pasados 34 años, desde la fundación.
Es como está escrito en Hebreos 10:22, que dice: «Acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura».
La palabra de la Biblia ha sido interpretada con detalle con la inspiración del Espíritu Santo. Dios nos ha explicado sobre el espíritu, la verdad, la bondad, la carne, la falsedad y la maldad.
Fue para lavarnos, no solo de la falsedad evidente sino también de la consciencia de maldad con el agua de la Palabra.
Hace pocas semanas atrás pudimos escuchar algunas confesiones llenas de gracia sobre ese tema de parte de nuevos asistentes, a través de la presentación de Revista Manmin en video.
Sus confesiones fueron muy honestas y conmovedoras.
Una miembro dijo que fue guiada a esta iglesia en respuesta a su oración: «Dios, dónde está aquel pastor lleno de la verdad que predica la Palabra de manera inalterada y reprende el pecado?».
Después de registrarse en esta iglesia, desapareció la frustración y llena se sintió satisfecha.
El segundo miembro confesó: «Los pastores están siempre tratando de animar y consolar en otras iglesias, pero esta iglesia enseña valientemente que desechemos el pecado. Eso es muy bueno».
Otro miembro expresó: «Yo siempre me arrepentía pero no cambiaba. Cuando lo hacía, poco después de arrepentirme mi maldad se revelaba otra vez. Yo tenía dudas respecto a si en verdad iba a ir al cielo. Ahora siento consuelo al escuchar el evangelio de la santidad y tengo paz porque ya no tengo maldad».
Amados hermanos:
Esta iglesia está lavando el pecado y la maldad con la Palabra de vida que es como agua cristalina.
A través de ella los creyentes llegan a tener certeza de salvación y alcanzan un corazón veraz.
En este mundo lleno de pecado no es fácil despojarse de la maldad de consciencia y el mal oculto en lo más recóndito de la naturaleza para luego tener un corazón veraz y una fe perfecta.
Pero Dios mismo ha estado guiando a esta iglesia y a sus miembros de una manera misteriosa, que la gente ni siquiera puede imaginar.
Él les ha permitido poner en práctica la bondad, el amor y la verdad aprendida como conocimiento en el campo para establecer sus corazones y cultivar sus espíritus.
Cuando no han logrado despojarse de la naturaleza pecaminosa, Dios Padre ha permitido un sacrificio visible de parte del pastor por ellos y les ha mostrado cuán serio es el precio de sus pecados.
Al ver que la energía de mi vida se terminaba, que perdí la capacidad de ver y oír, y que sentía mucha picazón en mi piel, que me rascaba con mis uñas, los que aman al pastor llegaron a tener un corazón que no tiene otra opción más que despojarse del pecado.
Dios también permitió que ellos pasaran por pruebas y limpió la cizaña que había crecido entre los creyentes que son trigo.
Él permitió que los creyentes pudieran distinguir entre la verdad y la falsedad por sí mismos.
De este modo les ayudó a comprender lo que es el amor y la confianza verdaderos.
Por medio de este proceso se ha profundizado la confianza de ustedes en el Padre, en el Señor y en el pastor.
Además se dieron cuenta que algunas personas han producido los frutos de la maldad al no poder despojarse de la carne, pero han logrado comprender y recordar que no sirve de nada a menos que alcancen un corazón veraz y una fe perfecta, y se esfuercen por lograr la circuncisión del corazón.
Esta es la razón por la que las pruebas y tribulaciones de bendición se han permitido en esta iglesia.
Para que ustedes puedan poseer una fe como el oro, Él no solo les ha lavado con el agua de la Palabra, sino que también los ha refinado con tribulaciones duras.
Amados hermanos en Cristo:
En Apocalipsis 3:8, el Señor elogia a la iglesia de Filadelfia.
Él dice: «… porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre».
Todos ustedes solían tener poco poder en sus vidas cristianas pasadas.
Esto significa que eran nuevos asistentes y que tenían limitaciones en la carne.
Al final de los tiempos, muchos creyentes no logran salir de sus limitaciones y poco poder.
No obstante, muchos de ustedes, miembros de esta iglesia, se han levantado sobre la roca de la fe y en el tercer nivel de fe.
Y con el fluir del Espíritu que Dios Padre nos ha dado, muchos de ustedes han logrado entrar en el espíritu y espíritu completo.
Al igual que los creyentes en la iglesia de Filadelfia, muchos se han levantado como hijos verdaderos que nunca niegan el nombre del Señor y tienen un firme amor.
Este es el propósito de Dios al cultivar a la gente, obtener estos frutos.
Cuán bendecido es que ustedes se hayan convertido en un ejemplo del cultivo de la humanidad y que sean portadores de la voluntad del Padre a las iglesias del mundo y sus congregados.
Es por eso que estoy animándolos con sinceridad a que guarden y practiquen la Palabra del Señor hasta que alcancen un corazón veraz y la fe perfecta.
Ruego en el nombre del Señor que así logren entrar en la Nueva Jerusalén, y que disfruten de la gloria y alabanza que el Señor les dará por siempre.
Amados hermanos en Cristo:
La segunda voluntad del Padre en estos tiempos finales es que la gente viva en bendición.
Los padres terrenales anhelan que sus hijos tengan vidas apropiadas y felices. ¡Cuánto más anhela esto el Padre verdadero para nuestros espíritus y cuerpos!
Podemos ver esta voluntad del Padre solo a través de la iglesia en Filadelfia.
Cuando Él vio que la iglesia tenía poco poder pero guardaba Su palabra y no negaba Su nombre, se sintió complacido y dio bendiciones abundantes.
En Apocalipsis 3:7-8 leemos: «Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre: Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre».
La llave de David se refiere a la llave con la que podemos recibir y disfrutar todas las bendiciones como lo hizo el rey David.
El Señor es la persona que tiene esta llave.
Si el Señor abre la puerta para nosotros, podemos recibir y disfrutar por completo de las bendiciones que Dios nos da.
Estas bendiciones difieren en dimensión a las que se recibe a través de la capacidad y diligencia del ser humano.
Esta es una dimensión sorprendente en la que podemos recibir la misma gloria y bendiciones permitidas al primer hombre, Adán.
¿Qué tipo de bendición recibió Adán, el primer hombre, de parte de Dios?
Génesis 1:28 dice: «Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra». Dios les dio las mejores bendiciones que una criatura puede disfrutar, entre ellas la vida eterna, la riqueza, el honor y la autoridad.
Pero Adán cometió el pecado de desobediencia y por eso fue maldecido.
Al mismo tiempo la tierra fue maldecida, de modo que él tuvo que labrar la tierra con sudor para poder conseguir libremente los alimentos que antes recibía con libertad.
Adán, un ser humano, se corrompió con la carne y tuvo que experimentar la vejez y la muerte.
La autoridad de la que había disfrutado como amo de todas las criaturas pasó a manos del diablo enemigo y Satanás.
Gracias a Dios, Jesús nos redimió de la maldición del pecado.
Después de aceptar al Señor, en la medida en que recuperamos la imagen de Dios podemos ser liberados de las maldiciones del pecado tales como la muerte, la pobreza, las enfermedades y las debilidades, y podemos disfrutar de bendiciones.
La misma bendición la experimentaron aquellos que diligentemente han guardado la Palabra del Señor y que han alcanzado un corazón veraz y fe perfecta.
Para los miembros de Manmin es fácil recibir bendiciones.
Cuando el Señor abre los tesoros en el Cielo, primero soy yo quien recibe grandes bendiciones y luego les hago saber los secretos.
Desde la apertura de la iglesia he alimentado y cuidado laboriosamente de ustedes para que sean los creyentes dignos de elogios que son, al igual que la iglesia de Filadelfia.
He almacenado confianza ante Él para que el Padre escuche mis oraciones por ustedes.
Esto es porque yo creo por completo en la Palabra escrita en Santiago 5:16, que dice: «Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho».
Dios Padre me vio como el pastor y abrió por completo las puertas de bendición para esta iglesia.
Dado que yo he estado totalmente consciente de la voluntad del Padre, en cada ocasión del favor de Dios (por ejemplo el Día del Año Nuevo Lunar, mi cumpleaños, y otras festividades), yo he orado para que ustedes no caigan en pobreza, en enfermedades, en desastres, sino que vivan en paz.
Yo siempre he guardado esto en mi corazón.
En consecuencia, este año las bendiciones y respuestas que ustedes han recibido, sean grandes o pequeñas, han sido muy numerosas como para enlistarlas una por una.
Algunos han recibido la respuesta que no podían recibir con su propia medida de fe y obras.
Una miembro que se registró hace poco dio testimonio de la gran diferencia entre su vida antes y después de venir a esta iglesia.
Ella expresó: «Cada vez que yo me sentía enferma, o incluso con un mínimo grado de fiebre, yo acudía al hospital o tomaba medicamentos…
Pero después de venir a esta iglesia y escuchar los mensajes, llegué a pensar que lo que estaba haciendo era incorrecto…
Entonces, cuando volví a sentirme enferma, recibí la oración por los enfermos en el Sistema automático de respuesta y bebí el agua dulce de Muan para ser sanada por Dios con fe, de modo que todas mis dolencias fueran sanadas…
Desde que llegué a esta iglesia me convertí en una persona muy saludable».
Este testimonio se aplica no solo a esta persona sino a la mayoría de los miembros de la iglesia.
¡Cuán felices se han sentido al ser liberados incluso de un dolor leve o alguna dolencia, aun a pesar de no haber sido sanados de enfermedades graves, incluyendo el cáncer!
Este no es el final. Piense en la gracia con la cual usted es protegido cada día y liberado de todo accidente mientras conduce su vehículo.
Aunque su vehículo quede destrozado en un accidente, su cuerpo será protegido y no será lastimado.
Cuando usted es lastimado por error, puede hacer un auto análisis y recibir la oración con fe, y luego usted será restaurado rápidamente. Es por eso que no tienen que preocuparse como la gente del mundo.
Así también, cuando ustedes dependen en el espacio del pastor, la casa que no se ha vendido se venderá, los contratos difíciles se cerrarán, conseguirá un trabajo, recibirá una beca y ganará el premio mayor para gloria de Dios. ¡Cuán agradecidos debemos estar por todo esto!
De este modo, es la voluntad del Padre Dios para Sus hijos que vivan en bendición.
Demos todas las gracias y gloria a Dios Padre quien nos ha guardado como la niña de Sus ojos, ha cumplido nuestros deseos y nos ha bendecido en la primera mitad de este año.
Amados hermanos en Cristo:
La tercera voluntad del Padre en los tiempos finales es que la gente pueda sentir el gran amor de Dios.
El amor no se ve con los ojos.
El amor de Dios Padre es demasiado grande como para medirlo con cualquier unidad de medida.
Pero Dios ha revelado Su amor por medio de esta iglesia para que lleguemos a conocer y sentir el tamaño de Su amor a medida que lo vemos y tocamos.
De modo particular, Dios dijo que Él permite que los creyentes vean Su amor por medio del perdón, la paciencia y el sacrificio del pastor.
Han visto cómo el pastor perdona a la gente mala y cómo, de manera voluntaria, ha asumido la responsabilidad por esta gente hasta el final. Entonces los creyentes pueden entender el ancho, la extensión y la profundidad del amor de Dios.
Asimismo, muchas personas que han sido invitadas a la Casa de oración Getsemaní, han confesado Su amor.
Han dicho: «¡La razón por la que Dios Padre nos cultiva es para llevarnos al hermoso Cielo. Es un inmenso y grande amor!
¡Claro que lo es! Ya sea que los cultive para que sean Sus hijos verdaderos por medio de pruebas y tribulaciones temporales, o que los lleve a una vida de bendición durante el cultivo en este mundo, todo es por amor.
Gracias a Su amor especial Él conmovió mi corazón y me permitió decorar la Casa de oración de manera hermosa, y así añadir esperanza por la Nueva Jerusalén.
Luego de elogiar a la iglesia en Filadelfia, el Señor mencionó la bendición que le daría: «he aquí, yo haré que […] reconozcan que yo te he amado».
Yo creo que ustedes han llegado a conocer y sentir Su amor mucho más.
Anhelo que ustedes alcancen este amor en su corazón y que lo hagan conocer en el mundo entero de acuerdo con la voluntad del Padre.
Amados hermanos:
Dios siempre ha revelado Su voluntad a través de Su pueblo, Sus profetas, la iglesia y Sus apóstoles.
Estamos en los tiempos finales, en los que Él fundó la Iglesia Manmin y a través de ella ha mostrado Su voluntad a todos los pueblos.
Su voluntad es, en primer lugar, la de obtener hijos verdaderos mediante el cultivo de la humanidad. En segundo lugar, que la gente viva en bendición en la Tierra. Y en tercer lugar, que la gente sienta Su gran amor.
Los creyentes en la iglesia de Filadelfia se convirtieron en un ejemplo de todas las iglesias en el mundo y recibieron grandes bendiciones.
En Apocalipsis 3:12 leemos: «Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo».
El siguiente versículo continúa diciendo: «El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias». Dios aún anhela que Su voluntad se conozca entre todos los pueblos de las naciones.
Anhelo que ustedes sean la fragancia de Cristo y que lleven Su voluntad al mundo en la segunda mitad de este año.
Y ruego en el nombre del Señor que ustedes obtengan la firma promesa de la Nueva Jerusalén al igual que los creyentes en la iglesia de Filadelfia. |
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